El Ministerio de Defensa dirigido por Margarita Robles afronta este año que acaba de comenzar con el desafío económico de continuar la modernización de las Fuerzas Armadas, después de una inversión en apenas seis meses de 12.700 millones de euros en programas de armamento. Entre las prioridades para 2019 sobresale la renovación de la flota de cazas de combate F-18 del Ejército del Aire y la entrada en el proyecto europeo impulsado por Francia y Alemania para el desarrollo de un sistema de combate aéreo a medio y largo plazo.
Tras aprobar proyectos como la fragata F-110 o el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) Dragón 8x8, España deberá decidir qué plataforma sustituirá a sus cazabombarderos estadounidenses en los próximos meses. Los responsables de adquisiciones apuestan por la compra de un nuevo lote de aviones Eurofighter, una vez realizado un estudio pormenorizado de las opciones que ofrece el mercado y de los intereses industriales-políticos que están sobre la mesa.
En todo caso, la decisión formal tendría que llegar este año, de acuerdo con el propio calendario establecido por el ministerio. El Ejército del Aire debe reemplazar antes de 2025 los 20 cazas estadounidenses F-18 desplegados en la base de Gando (Canarias), y hacia 2030, los 65 restantes de las bases aéreas de Torrejón de Ardoz y Zaragoza.
De forma paralela, el ministerio negocia su estatus dentro del proyecto franco-alemán Sistema de Armas de Nueva Generación (NGWS) en el que ya trabajan Dassault y Airbus. La adhesión española podría oficializarse con la firma de un memorándum de entendimiento a tres bandas -Francia, Alemania y España- en la feria aeroespacial Paris Air Show de junio.
El NGWS se concibe como un avión de combate con piloto diseñado para operar junto con un enjambre de drones que actuarán de plataformas de armamento y sensores avanzados. Esta plataforma se integrará en el conocido como Sistema de Combate Aéreo Futuro (FCAS), en el que además estarán el nuevo MALE europeo -en el que también participa España-, satélites o misiles de crucero.
La actualización de la flota aérea de combate recibió en diciembre un primer impulso con la aprobación por parte del Gobierno de un presupuesto de 906 millones de euros para la modernización de los Eurofighter en servicio. Una partida que permitirá la instalación de un nuevo paquete de mejoras P2E (Phase 2 Enhancement) que implica el aumento de la capacidad aire-aire y un nuevo radar, entre otras evoluciones.
El Ejército del Aire tiene otras dos prioridades. Por un lado, un nuevo entrenador para la formación de pilotos que sustituya a los aviones C-101 de la Academia General del Aire (AGA) y, por otro, el inicio de un programa que permita recuperar la capacidad estratégica de abastecimiento en vuelo con la llegada del MRTT.
En el caso del entrenador el tiempo apremia, puesto que la retirada de los primeros C-101 con más horas de vuelo podría comenzar este mismo año 2019. Respecto al MRTT, España baraja dos opciones: la compra de hasta tres aeronaves o la entrada en el programa europeo abastecimiento aéreo y transporte gestionado por la Occar.
A la espera de nuevas inversiones, la principal novedad de la Fuerza Aérea es la recepción del sistema remotamente tripulado MQ-9 Predator B en el segundo semestre de este año. El sistema fabricado por General Atomics tendrá su sede principal en la base de Talavera la Real y actuará además en las islas Canarias desde Lanzarote. En la actualidad, cinco tripulaciones ya han sido formadas por la USAF en las instalaciones de Holloman en Nuevo México.
En Tierra, el Ministerio de Defensa también estudia desde la etapa de Maria Dolores de Cospedal en el programa para la renovación del sistema de mando y control del Ejército que permitirá dar un importante salto en las comunicaciones militares. La financiación para este proyecto podría llegar este año. No obstante, el foco continuará en el proyecto de la Fuerza 35. En julio, la Legión recibirá los primeros VCR Dragón 8x8 e iniciará las pruebas sobre el terreno.
Mientras, la Armada recibirá este mismo mes de enero su sexto Buque de Acción Marítima (BAM), el Furor, y trabaja ya en el diseño de su futura Fuerza Naval, tras la aprobación de las fragatas F-110. Entre los proyectos inmediatos pendientes de financiación se encuentran la extensión del programa BAM para construir un nuevo buque de intervención subacuática y la contratación de nuevos buques de transporte logístico.
En el apartado industrial, Madrid acogerá entre el 29 y el 31 mayo la primera edición de la Feria Internacional de Defensa (Feindef) en la que estarán presentes las principales compañías del ámbito de la seguridad y la defensa española, así como las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En esta exposición, la industria nacional presentará sus desarrollos más punteros en un momento decisivo para este sector a nivel europeo tras la aprobación por parte de la Unión Europea de iniciativas como el Plan de Acción Europeo de la Defensa (Edap) o la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco).