El presidente de Airbus en España y responsable de la división militar de la compañía, Fernando Alonso, reveló este miércoles que en la reunión del pasado 30 de marzo en Madrid entre directivos de la multinacional aeronáutica y los países clientes del A400M "no pedimos dinero", sino "comprensión" ante "la dificultad de cumplir con las requerimientos técnicos" de la aeronave.
Durante un encuentro con periodistas en Sevilla, en el que también participó Dirk Hoke, consejero delegado de Airbus Defense and Space, Alonso explicó que la reunión con representantes de España, Francia, Alemania, Reino Unidos, Bélgica, Luxemburgo, Malasia y Turquía fue "constructiva", aclarándose los "malentendidos" de los últimos meses.
Alonso afirmó que este año la producción en la Línea de Ensamblaje Final del A400M en Sevilla se ha estabilizado, después de los problemas surgidos en 2016 en las cajas reductoras (PGB) de los motores que retrasaron la producción. Aunque no dio cifras de las entregas previstas para este año, recordó que en el pasado ejercicio finalmente se entregaron 19 unidades, entre ellas, la primera para el Ejército del Aire español.
En el caso de España, insistió en que este año está prevista la entrega del segundo A400M. El responsable de la división militar de Airbus manifestó también que hasta la fecha la compañía ha entregado 43 unidades, la última para la Fuerza Aérea de Turquía.
Alonso además detalló que la empresa trabaja para aumentar las capacidades ya certificadas de salto de paracaidistas por las puertas laterales, lanzamiento de cargas en vuelo, reabastecimiento en vuelo y los sistemas de autodefensa. "Estamos trabajando para lanzar hasta 50 paracaidistas, ahora pueden saltar hasta 30, y lanzar hasta 24 toneladas de carga, se han realizado pruebas con ocho toneladas", explicó.
Sobre la capacidad de reabastecimiento en vuelo, el directivo aseguró que el A400M está certificado para el repostaje de otros aviones y los esfuerzos ahora están centrados en alargar la manguera para certificar esta capacidad en los helicópteros.
Sobrecostes y exportación
Horke por su parte hizo balance de las cifras del programa. En este sentido, el consejero delegado de Airbus DS cifró el coste del proyecto en 24.000 millones de euros, a lo que hay que sumar 7.000 millones de sobrecoste debido a los problemas surgidos hasta la fecha. Aunque reconoció que la compañía hizo frente el pasado año "a una situación bastante complicada" tras los fallos detectados en los motores, Horke destacó que el A400M es un "avión muy compejo y de lo más modernos del mercado".
Airbus continúa con su campaña comercial para lograr nuevos pedidos de esta aeronave, tras la reciente firma en Indonesia de una carta de intenciones para la venta del A400M. "En el caso de Indonesia, el A400M permitirá crear un puente aéreo para abastecer la infinidad de islas del país y también se negocia la posible compra de C295", dijo Alonso.
A la espera de nuevos clientes, el Ejército del Aire español ha mostrado recientemente su A400M en la feria mexicana Famex, mientras que la RAF británica ha enviado uno de sus aviones hasta Australia y Nueva Zelanda, dando por primera vez una vuelta al mundo con esta aeronave. Por su parte, Francia ha estado en Estados Unidos con otro de sus A400M.
Producción del C-295
Sobre el avión de transporte C295, Alonso dijo que la empresa mantiene la previsión de ensamblar en la FAL de Sevilla diez unidades en 2017 y 2018, a pesar de los últimos pedidos de 16 unidades por Canadá y Kazajistán de dos unidades más. Cabe destacar que este año la producción se ha reducido de 16 a 10 aviones.
La compañía apuesta, según explicó el presidente de Airbus en España, por crear "un colchón de pedidos" para no depender de las variaciones de un mercado con un nicho muy pequeño. El objetivo ahora es desarrollar nuevas capacidades adaptadas a los requerimientos del cliente.