El LHD Juan Carlos I, preparado para operar con los nuevos cazas F-35

El Landing Helicopter Dock (LHD) Juan Carlos I, el buque de mayor envergadura de la Armada española, tiene un margen de 1.000 toneladas -de las hasta 30.000 que puede desplazar en operaciones anfibias- para incorporar nuevos equipos y sistemas de armas, como el nuevo caza F-35B.

Según se recoge en la última edición de la línea editorial Perfiles IDS, dedicada a este barco español, las cualidades STOVL (acrónimo inglés de Despegue Corto Aterrizaje Vertical) de los Harrier actuales solo tienen un heredero posible: el F-35B, un avión nacido del programa Joint Stright Fighter (JSF), el más caro de la historia militar. Con esta premisa en mente, Navantia diseñó el LHD español con las características de rampa, hangar y ascensores idóneas para poder operar con el caza en un futuro.

En la concepción del barco, se tuvo igualmente en cuenta la posibilidad de incorporar, en una segunda fase, nuevos equipos de autodefensa. En este sentido, se estableció una reserva de espacio y peso que permite integrar, por ejemplo, montajes de 35mm MK-38 para la defensa asimétrica y dos montajes Sea Ram para defensa antimisil.

Asimismo, el LHD Juan Carlos I está preparado para alojar, en la cubierta del dique, las embarcaciones de desembarco sobre colchón de aire LCAC, utilizadas por otras armadas del mundo, como la estadounidense, la británica, la francesa y la japonesa.

Los desarrolladores del buque incluso tuvieron en cuenta el posible aumento de la capacidad de generación de energía de la nave, completamente eléctrica, de modo que pudiera acoger, si es necesario, nuevas integraciones de sistemas, como por ejemplo el sistema de combate.

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