El director ejecutivo de la Agencia de Defensa Europea (EDA), el español Jorge Domecq ha señalado que la inversión en investigación y tecnología y la base industrial de Defensa europea son los pilares de la autonomía estratégica.
Éste es el mensaje que el diplomático ha enviado este martes en la jornada de la Fundación Círculo titulada “Retos y oportunidades de la I+D+i en los nuevos escenarios de la Defensa y la Seguridad”, que ha tenido lugar en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid.
El máximo representante de la EDA ha incidido en que Europa tiene que alcanzar la autonomía estratégica, lo que significa “una Europa libre y capaz de diseñar, desarrollar, fabricar, operar, mantener, mejorar e integrar nuevas capacidades cuando sea necesario”.
Para conseguir este objetivo –ha añadido el director de la Agencia- Europa tiene que encarar tres retos: tener una industria fuerte y competitiva, adaptar la postura de la Defensa europea a los condicionantes de la guerra híbrida e incrementar sustancialmente las capacidades en I+D. “La innovación es esencial para retener la base tecnológica”, ha afirmado.
Respecto a lo que puede hacer la EDA para alcanzar la autonomía estratégica, Domecq ha apuntado cuatro aspectos en los que la Agencia está ya trabajando. El primero es el impulso de las capacidades y tecnologías de uso dual aprovechando todas las opciones posibles de colaboración. “Lo que importa no es la bandera o el logo, sino el contenido”, ha destacado.
El segundo aspecto que ha resaltado es la inversión en investigación y tecnología, y en este sentido ha apuntado que la Agencia ha movilizado un total de 1.000 millones de euros para proyectos de I+D. No obstante, ha apuntado que en este ámbito el problema es que no siempre es fácil materializar la investigación en productos tangibles, para lo que es necesario que exista una colaboración entre el usuario, la industria y los centros de investigación o enseñanza. Como caso de éxito el directivo ha señalado la colaboración entre la Armada, Indra y la citada Escuela de Telecomunicación en el desarrollo de sistemas punteros.
El tercer aspecto que Domecq ha puesto de relieve ha sido la necesidad de desarrollar una política industrial de Defensa sólida, que marque las pautas de actuación y preserve la base tecnológica en el largo plazo.
Por último, el director ejecutivo ha hecho hincapié en la importancia de la estandarización, herramienta principal para conseguir la interoperabilidad.
“Si avanzamos en estas cuatro líneas, Europa alcanzará la autonomía estratégica y se convertirá en proveedor de seguridad y no en consumidor”, ha finalizado.