Indra desvela las capacidades de su UAV Cóndor en UNVEX´14

(Infodefensa.com) Madrid – La compañía española Indra ha revelado las características de su último helicóptero no tripulado: el Cóndor, un desarrollo similar al Pelícano, aunque más pequeño. El nuevo aparato tiene un peso máximo al despegue de 75 kilos, frente a los 200 kilos de su hermano mayor, que ya ha sido probado en distintas ocasiones.

El desarrollo de ambas plataformas está muy ligado. De hecho, el Cóndor comenzó a desarrollarse por Indra hace dos años para disponer de un sistema más barato con el que probar algunos equipos planteados para el Pelícano: como sus rotores, el autopiloto, y los patines, entre otros. Haber ensayado soluciones como estas directamente en un aparato de cuatro metros como es el Pelícano hubiera resultado demasiado caro. Finalmente las características del modelo cobaya lo hicieron ideal para, a partir de ahí, ultimar una aeronave propia con la que cubrir algunos huecos de mercado.

Un portavoz de la empresa ha explicado a Infodefensa.com sus ventajas en UNVEX´14, donde por primera vez se ha mostrado un prototipo real de este sistema aéreo pilotado remotamente (RPAS) de ala rotatoria.

Se trata, ha apuntado, de un sistema con una autonomía de una hora y media, capaz de cubrir entre 15 y 20 kilómetros, con un motor de gasolina “y con la posibilidad de incorporar algunas cargas de pago muy similares a las del Pelícano, que puede ser una cámara giroestabilizada visible infrarrojo”. Todo ello le permite llegar a un sector “que desgraciadamente todavía no se puede cubrir por permisos de vuelo, pero que está ahí y que entendemos que dentro de breve espacio de tiempo estará disponible”.

Una vez que la regulación permita la operación con este tipo de sistemas, el Cóndor, además de sus aplicaciones militares como helicóptero ligero para misiones de inteligencia, vigilancia, adquisición y blancos y reconocimiento (ISTAR), resultará “ideal también para su aplicación civil en operaciones de vigilancia de gaseoductos y oleoductos, inspección de tendidos eléctricos, fumigación de cultivos, control de tráfico, vigilancia de instalaciones, soporte a fuerzas policiales, ayuda humanitaria, cartografía y vigilancia forestal”.

En el ámbito militar el aparato resulta propicio por su capacidad de desarrollar operaciones de corto alcance, tanto de día como de noche y que requieran de un despliegue rápido.

Para sus misiones civiles, la ventaja competitiva llega de “unos costes de operación reducidos combinados con una alta fiabilidad y permanencia sobre el objetivo”.

Su tamaño –una anchura del fuselaje de 0,6 metros por 2 metros de alto y 3,2 metros de diámetro de su rotor principal– le permite ser fácilmente transportale en vehículo todoterreno y aeronaves hasta el lugar donde deba desplegarse. Una vez allí, al disponer de alas rotatorias, no necesita una infraestructura especial para despegar y aterrizar.

A diferencia del Pelícano, pensado para desplegarse también desde una plataforma naval, el Cóndor no podrá operar desde buques, donde su motor de gasolina no está permitido.

Un aparato de alquiler

El nuevo sistema, según la fuente de Indra consultada, podría estar totalmente operativo el año que viene, si bien el modelo que se ha mostrado en UNVEX es un prototipo real que ya es capaz de volar.

Una posibilidad contemplada por Indra es que en el futuro la aeronave preste servicios a los clientes que la demanden temporalmente, de modo que se de acceso a usuarios que no necesitan realizar una gran inversión para contar con un aparato con el que únicamente van a operar de forma eventual. “Creemos que es una tendencia que se va a dar cada vez en el sector de los UAV [vehículos aéreos sin tripulación]”.

Foto: Víctor Henao / Infodefensa.com